domingo, 6 de marzo de 2011

A MERCED DE LA TEMPESTAD (ROBERTSON DAVIES)

Veía el pasado viernes El coleccionista de huesos de Philip Noyce y en el inevitable momento en el que los detectives ponen sobre la mesa viejos casos sin resolver para descubrir que el psycho killer de turno lleva más de lo que creíamos en acción y refinando sus homicidas rutinas, pensaba que ocurre con esos expedientes polvorientos y olvidados algo parecido a lo que sucede con algunas, las primeras, novelas de nuestros autores más apreciados. Llegamos a ellas tarde, cuando ya hemos visto las cotas de genio y talento que aquellos pueden alcanzar. Y aunque es cierto que, pese a su innegable calidad, nos puedan parecer muestras menores por aquello de las comparaciones, no lo es menos que sólo merced a la distancia y a la perspectiva que otorga esa lectura tardía o a posteriori, reconocemos en estas novelas a los hijos de paso más o menos vacilante de su padre.

Me ocurrió, por ejemplo, con el Goodbye Columbus de Philip Roth, que leí sólo después de que la trilogía de América y todo Zuckermann me dejaran pasmada, y me ha ocurrido con esta A merced de la tempestad de Robertson Davies, con la que Libros del Asteroide inaugura la trilogía de Salterton; ya saben Vds. que a Davies, como al trágico Esquilo, le gustaba escribir sus obras de tres en tres. Pues bien, con su tono intelectual, su más que inteligente sentido del humor, su brillante uso de la ironía dramática y de la ironía sin más, y su nutrido elenco de pintorescos personajes, se revela esta historia como fruto innegable de la pluma de Davies, por más que su trama de vodevil no tenga parangón con la intrincada, perfecta y rotunda trama de la trilogía de Deptford, que no posea ni de lejos la sofisticación de la de Cornish y que sus personajes, lejos de ser zarandeados sin compasión por el Destino o la Providencia, sean arropados con cariño por un autor, que, pese a la severidad de su gesto, debió reírse entre dientes todo el tiempo que duró la escritura de A merced de la tempestad.

En fin, que yo, en su lugar, leería.

7 comentarios:

Madison dijo...

Bueno leí la trilogia de Deptford, y fue un gran y agradable descubrimiento para mi, así que el que recomiendas también me gustará.

Pedro AC dijo...

Ceci, precisamente me has pillado metido de lleno en la trilogía de Cornish, y a este "A merced de la tempestad" también le he echado el ojo el otro día a partir de la crítica del ABC Cultural... me tienta la idea de "La tempestad" como hipertexto, aunque es verdad que a las obras primerizas siempre les falta un punto de cocción ;)

Qué gusto seguir leyéndote, aunque sea con retraso (este año algunos menesteres caballerescos me tienen más ocupado de lo normal...) y qué gusto también que hayas redescubierto "Cumbres borrascosas", una de las lecturas oscuras pero favoritas de mi adolescencia.

Un abrazo y a seguir leyendo!

CEci dijo...

Yo leería primero la trilogía de Cornish, Madison, que es... deslumbrante, una maravilla. En esta "A merced de la tempestad" se reconoce a Robertson Davies pero es, sin duda, obra menor.
Un afectuoso saludo
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¡Qué alegría, Pedro! Hacía mucho que no sabía de ti. Espero que todo vaya bien por mi antiguo "hogar" y espero que estés disfrutando tanto como yo del mundo Cornish. "Ángeles rebeldes" debería ser de lectura obligatoria para todos los doctorandos que en el mundo son y están.
¡Otro abrazo para ti!

Anónimo dijo...

Hola, CEci y compañía.
Está muy bien todo lo que dices de Davies y cómo lo enlazas con tu experiencia lectora, pero me ha hecho mucha gracia un detalle que se te ha pasado por alto. Hablas con admiración de la pluma de Davies, pero seguro que lo has leído en español y, por lo tanto, hay otra pluma entre Davies y tú que se llama El Traductor... bueno, en este caso, la traductora, a la que ni siquiera mencionas en letra pequeña, aunque es ella quien ha construido el puente para que pudieras llegar a la obra del gran autor canadiense anglófono.
Gracia por tu atención.

CEci dijo...

Hola, anónimo. Tienes toda la razón del mundo y ya en algún otro espacio he valorado las traducciones de Concha Cardeñoso. Pero sí, es cierto que debería haberla mencionado en la reseña.
Un saludo

Oscar dijo...

Pues me alegro de haber comprado casi al azar la trilogía de Deptford. No he leido nada de Robertson Davies antes (que me perdone si hay algun canadiense en la sala).
Tengo muchisima gana de leerlo.
Buscaré también la de Cornish si me gusta esta.
Un saludo.

CEci dijo...

Podría hacer como esos cinéfilos que cuando alguien les dice "no he visto Casablanca" se llevan las manos a la cabeza y dicen aquello de "¿que no has visto Casablanca, que no has visto Casablanca? ¿Cómo has podido vivir así?" pero lo cierto es que sobre todo me das envidia. Descubrir a Robertson Davies y lo que uno se estaba perdiendo es una verdadera delicia. Disfrutarás de Deptford, ya verás, sobre todo de la primera entrega. Yo que tú iba haciendo hueco para Cornish, que es de lo mejor que he leído en mucho mucho tiempo. Que Vd.lo disfrute y un saludo.