martes, 17 de noviembre de 2009

LO MEJOR DE LA VIDA (RONA JAFFE)

"No me gustaría ir dando tumbos por la vida, desde luego, pero soy lo bastante joven para buscar durante un tiempo algo que sepa hacer bien."
Lo mejor de la vida

Rona Jaffe

Las Musas nos libren de los escritores bienintencionados. En el gratuito y más que nada dañino epílogo de Lo mejor de la vida (Lumen, 2009), que Rona Jaffe escribió poco antes de su muerte en 2005, describe la propia Jaffe la génesis de la que fue su única novela y dice:

"Pensé que si era capaz de ayudar aunque fuera a una sola muchacha que, encerrada en su minúsculo apartamento, sintiera que estaba completamente sola y que era una chica mala, entonces el libro habría valido la pena. No tenía ni idea de que llegaría a tocar la fibra sensible de tantos millones de mujeres."

Saben bien que suelo defender la identificación con lo leído como uno de los mayores placeres que puede ofrecer la Literatura, que, como dijo Saul Bellow, es un maravilloso antídoto contra la vulgaridad que nos rodea. O como dijo C. S. Lewis -o, al menos, el Anthony Hopkins de Tierras de Penumbra-, "leemos para saber que no estamos solos". Me parece estupendo que un lector busque consuelo en un libro; todos lo hacemos de un modo u otro, aunque no debiéramos tampoco rechazar las lecturas que desafían nuestra visión del mundo ni, por supuesto, nuestros principios y valores -sean estos cuales sean-.

No creo, sin embargo, que un escritor deba tener el consuelo del lector entre sus objetivos cuando de contar una historia se trata. ¿Por qué? Porque el resultado no será sincero ni fresco, sonará quizá a impostado y forzado y más que probablemente rezumará moralina de principio a fin. La propia Rona Jaffe habla de la moraleja de su novela en el mentado epílogo, aunque me estoy adelantando, creo. El caso es que cuando de literatura se trata, elijo siempre al escritor caprichoso, maligno, obsesivo... del que habla Philip Roth en Engaño -le tomo prestada la cita, Sr. Krmpotic'-:

"Como si fuese pureza lo que hay en el fondo de la naturaleza de un escritor. ¡Que el cielo proteja a semejante escritor! Como si Joyce no hubiera husmeado inmundamente en las bragas de Nora, como si Svidrigailov nunca susurrara en el alma de Dostoievski. El capricho es lo que hay en el fondo de la naturaleza de un escritor, exploraciones, fijaciones, aislamiento, malignidad, fetichismo, austeridad, frivolidad, perplejidad, infantilismo, etcétera. La nariz en la costura de la prenda interior... ésa es la naturaleza de la vida del escritor. Impureza."

¿A qué viene todo esto? Pues a cuento de la lectura de Lo mejor de la vida de Rona Jaffe, que esta semana creí compartir con nuestra particular Reina de las Nieves, aunque recientemente me ha confesado llegar tarde por obra y gracia de Frank Bascombe, por lo que no puedo sino perdonarla y envidiarla, claro está. En cualquier caso, aquí te espero, Angéline.

Lo mejor de la vida es la historia de un grupo de cándidas e inocentes veinteañeras que trabajan de mecanógrafas, lectoras y editoras en una gran editorial -por el volumen; que no por la calidad de sus publicaciones- en el ajetreado Nueva York de los '50 de oficinistas industriosos y de pocos escrúpulos que tan bien retrató Billy Wilder en la genial El apartamento. Y estas cándidas e inocentes veinteañeras no hacen sino estrellarse una y otra vez en su afán de hallar un príncipe azul en esos ejecutivos, más que previsibles lobos con piel de cordero, que en el mejor de los casos buscan a una matrona que críe a su prole y les lleve las zapatillas al llegar a casa. Y no es de extrañar tal aspiración, pues la misma parecen tener todas y cada una de las protagonistas de la historia, hasta las que en apariencia son más independientes, como Caroline Bender. En principio, no tengo excesivos problemas con ello. Como acabo de decir, no deberíamos desdeñar una novela porque contradiga o simplemente no refrende nuestra visión del mundo. Pero lo cierto es que Caroline, April, Barbara y Gregg son convencionales hasta decir basta, incluso demasiado para los '50. Son estereotipos, o mejor dicho, un solo estereotipo, de modo que Lo mejor de la vida resulta un tanto típica y tópica y bastante previsible, además de un tanto reiterativa y edulcorada.

Y es una pena, porque a tenor de la ironía que derrocha el párrafo final de la novela, ironía dramática e ironía a secas, Lo mejor de la vida podría haber sido mucho mejor. De hecho, con materiales semejantes escribió nuestra muy admirada Mary McCarthy El grupo, una novela infinitamente superior, con más nervio, mejor estilo, menos almíbar, personajes más reales y, sobre todo, muchísima más mala leche.

15 comentarios:

Javier dijo...

Fíjate que yo empecé esta novela mucho antes que tú y aún hoy no la he terminado, me he quedado a mitad, y, francamente, no sé si a estas alturas la voy a terminar.

Su principal problema no es ya que sea una novela de tesis y sus personajes arquetipos diseñados para apuntalarla, lo peor es que el bastión que intentaba defender dicha tesis ha sido ampliamente superado hoy día y sencillamente ya no hay "problemática" ni debate sobre los que abundar.

Quizá Lo mejor de la vida pudo estar bien en su tiempo, cuando la mujer independiente y la mujer trabajadora eran figuras aún por consolidar. Aquélla era su baza, que hoy ya no existe, y el problema es que más allá de eso no hay nada. Conjunto vacío.

El mismo prólogo al que haces referencia ya avisa de que el libro fue un producto manufaturado, un encargo, publicitado y vendido mucho antes de que el libro estuviese escrito siquiera. Jaffe corrió entonces a llenar páginas y páginas para tener algo que entregar a la imprenta, olvidándose con las prisas de dejar en ellas algo de literatura, literatura de verdad, si es que alguna vez ésta estuvo de parte de su genio.

Y ya.

Que a gusto me he quedado, ¿no?

Olvido dijo...

Bien Ceci, pues estoy de acuerdo contigo sin haber leído el libro y me alegra seguir leyendo tus referencias y descartar libros más que nada porque habiendo salido hace nada ese tochazo naranja de Stegner con título tan sugestivo para qué perder el tiempo.
Un beso

CEci dijo...

Y aunque existiera el problema, Javi, me da la impresión de que la postura de Rona Jaffe era mucho más conservadora de lo que quiso hacer ver con sus jovencitas arrojadas a vivir la gran aventura de una vida independiente en la Gran Manzana. Pero estoy cayendo en lo que critico, juzgar un texto por los valores que transmite.

El mayor problema de "Lo mejor de la vida" no es que sea un tanto hipócrita y reaccionaria, sino que, como dices, se nota que es novela de encargo.

Yo no sé si uno puede escribir o no "Literatura" conscientemente. La constancia ayuda, sin duda, pero si no hay talento... Rona Jaffe nos cuenta que quiso ser escritora desde niña. Más bien me parece que quiere decir que quiso vivir de la escritura, que es algo muy distinto.
Un abrazo
_______________
¡Olvido! También yo tengo ya en espera "Ángulo de reposo" de Stegner. Lo encontré en la librería hace un par de semanas y fue una gran sorpresa. Ni siquiera sabía que la iban a publicar. Con que sea la mitad de buena de En lugar seguro ya será una grandísima novela.
Encantada de verte por aquí.
Besos!

Lentitud dijo...

No puedo opinar sobre "Lo mejor de la vida” porque no la he leído. Sí que puedo decir que, después de una absorbente y gratificante lectura que ha concluido hoy mismo, “Ángulo de reposo” es una excelente novela. Una joya que estoy seguro, al igual que “En lugar seguro”, pervivirá en mi memoria de lector durante mucho tiempo. Qué gran escritor fue Stegner. Todo un descubrimiento. Si hace poco decía en este mismo lugar que había quedado prendado por la forma de narrar de Jetta Carleton en “Cuatro hermanas” al no tener necesidad de hacer subrayado alguno para contar lo que contaba, ¿qué decir del nacido en Iowa y de la aparente sencillez con que narra una historia como la de “Ángulo de reposo”? Al terminar esta tarde la última página, he recordado el título de la anterior novela publicada de Stegner y he tenido la impresión que uno y otro se comunicaban, tenían cierta relación, como si encerraran el mismo significado, aunque no. ¿O sí?

Un abrazo, Ceci.

CEci dijo...

Ya me has afilado los dientes, Lentitud, ya me has afilado los dientes. A ver si puedo contarte en breve...
Un abrazo

Unknown dijo...

Sr. Krmpotic'... Suena bien. Me voy a hacer profesor universitario sólo para que se dirijan a mí como Sr. Krmpotic'... :)
En otro orden de cosas, llevo dos días deprimido con el final de la segunda temporada de THE WIRE. ¿A ti cuánto te costó recuperarte?
Abrazo,

CEci dijo...

Las formas son las formas, Milo, aunque cada vez se guardan menos :) ¿La Universidad? ¡Ja! Sra. o Srta. Blanco me llaman ya sólo los teleoperadores. Algunos alumnos me llaman Ceci y hasta Ce...Eso sí, hay una Erasmus que me trata de Vd. y me manda correos que comienzan por "Estimada Señora" :)

En cuanto a "The Wire", es increíble el juego que puede dar una vidriera... Es una temporada magnífica, como la I. Y cuesta recuperarse, sobre todo, porque en la III temporada baja algo el nivel. Pero tú tranquilo, en la IV temporada, McNulty, Kima, Pres & co. vuelven por sus fueros.

Un abrazo

Maribel dijo...

No había oído hablar de esta novela. Sería interesante leer una novela que transcurra en una editorial para conocer ese mundillo. "El grupo" me gusto mucho como en general todo lo que escribió Mary McCarthy.

CEci dijo...

Gracias por la visita, Maribel. Lo cierto es que "Lo mejor de la vida" de Rona Jaffe se ocupa de una editorial de revistas y novelas de serie B, o C... o Z. Así sin pensar demasiado me acuerdo ahora de "Un lugar maravilloso" de Banks, como novela ambientada parcialmente en una editorial, pero tampoco era nada del otro mundo.
Y sí, estoy de acuerdo. "El grupo", como casi todas las de Mary McCarthy, es una gran novela. Hay que leer más a Mary McCarthy.
Saludos

Narayani dijo...

No he leído El grupo, pero Lo mejor de la vida sí y tengo que decir que a mí sí me gustó. Puede que ahora mismo no tenga "ningún sentido" lo que dice y que nos suene absurdo todo lo que cuenta sobre matrimonio, abusos, sexo... por ser en esta época que vivimos algo que no permitiríamos nunca.

Yo cogí el libro siendo consciente de que estaba escrito y ambientado en los años 50 y sabiendo que lo que iba a leer eran los miedos, las ambiciones y las esperanzas de un grupo de chicas. Si hubiera estado ambientada en el año 2000 seguro que lo habría visto de otro modo.

Saludos!

CEci dijo...

Pues no sé, Narayani. Si no me gustó demasiado "Lo mejor de la vida" no fue porque las cuestiones de tipo social que se plantean estén ya superadas. Más lejos todavía quedan los modelos decimonónicos y, sin embargo, me gusta mucho Jane Austen.
El problema de "Lo mejor de la vida" es en mi opinión que es tópica, previsible y además repetitiva. Y, como digo en la entrada, más reaccionaria de lo que su autora pretendía.
Pero bueno, como se suele decir, para gustos los colores.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo

Rita dijo...

Jo la leí y a mi sí que me gustó. Además no creo que todo esté tan superado. Algunes actitudes, tanto de hombres com de mujeres, de la novela se siguen repitiendo hoy en dia, después haver pasado más de 50 años.

He entrado por primera vez aquí, me ha gustado y volveré... :-)

Angéline dijo...

Hola CEci:

Sentí un gran alivio al terminar ayer el libro y lamento llegar tarde pero efectivamente Frank Bascombe era mucho más interesante que April, Mary Agnes, Gregg, etc.. y no hacía más que plantearse/me distintas cuestiones que me tenían muy enganchada a su novela pero finalmente las anoté para volver sobre ellas en cualquier momento y pude ponerme con Rona Jaffe. Coincido con tu visión de la novela y me he puesto a escribirte un comentario pero ha quedado demasiado largo así que te contestaré en mi blog. No tenía pensado colgar un post porque el argumento de “Lo mejor de la vida” me pareció que no daba para tanto pero lo haré así, lo colgaré esta noche cuando lo acabe. También estoy de acuerdo contigo en que un escritor no debe consolar a su público. Creo que ni siquiera debería pensar en su público y para el fin que se creó esta novela (..si era capaz de ayudar aunque fuera a una sola muchacha que, encerrada en su minúsculo apartamento, sintiera que estaba completamente sola y que era una chica mala..) valdría un suplemento por entregas en una de las revistas para mujeres de la época, en lugar de una novela de más de seiscientas páginas que resulta cuanto menos forzada, contradictoria y excesivamente larga para lo que cuenta.

Un beso, CEci.

P.D. Qué delicia, Lentitud, leyendo a Stegner. Me quedó tan buen recuerdo de los Morgan y los Lang..

CEci dijo...

Si ya digo que de gustibus non disputandis, que decían los latinos; o sí, según se mire... que es mucho más divertido.
No querría repetir lo mismo una y otra vez pero insisto en que los deméritos de "Lo mejor de la vida" son internos, al margen de que la problemática que plantea se haya superado o no, que esa es otra cuestión.
Muchas gracias por tu comentario, Rita. ¡Bienvenida! :)

CEci dijo...

¡Angéline! Empezaba a pensar que habías desertado... Lo que sería perfectamente entendible. Lo cierto es que comentario tras comentario empiezo a opinar cada vez peor de la novela de Rona Jaffe. No sé, debe ser algo así como hacer leña del árbol caído -al menos caído aquí-. Tampoco es que sea un bodrio pero sí, mientras la leía, no hacía más que mirar otros títulos de la estantería, como el "Ángulo de reposo" de Stegner que he empezado hoy mismo y ya me tiene encantada. Leeré con ganas tu comentario y espero tener más tino para la próxima lectura a medias.
Besos