"A detective novelist or a horror writer who made claims to artistry sat in the same chair at the table of literature as did a transvestite cousin at a family Thansgiving. He was something to be allowed for, indulged, pardoned, excused, his faboulous hat studiously ignored."El otro día mencionaba de pasada el nombre de Michael Chabon y lo llamaba "amable campeón de la nostalgia". No era tan pedante hace unos meses cuando a propósito de Gentlemen of the road reconocía con la contraportada de la preciosa edición de Ballantine Books que Chabon es hoy por hoy el escritor más cool de América. Y que no sólo es cool, sino también lúcido, inteligente y, sobre todo, divertido lo demuestra la magnífica colección de artículos titulada Maps and Legends, que viene envuelta además en otra preciosa edición, en este caso de McSweeney's Books. Tenía Vd. razón, Sr. Krmpotic'.
Maps & Legends
Michael Chabon
En ella reivindica Chabon para la Literatura con mayúsculas las historias de aventuras y de terror, las entretenidísimas historias "con historia", por así decirlo, que a todos los lectores que en el mundo somos nos ganaron para esto y que de unas décadas a esta parte sufren la mirada condescendiente de otros relatos en los que no ocurre nada, salvo quizás -sólo quizás- la revelación epifánica del final.
I read for entertainment, and I write to entertain,afirma, sin que ello redunde en perjuicio de su altura como escritor. O no debiera hacerlo, vaya. Lo entretenido no es necesariamente menos serio ni literatura de menor calado que lo aburrido. Eso sí, convendría ensanchar el alcance del término, pues la etiqueta de "entretenimiento" abarca para Chabon todo placer resultante del encuentro de una mente despierta con una página de literatura.
Y como muestra de lo anterior, dedica páginas y páginas a reflexionar sobre las virtudes y defectos -pocos, muy pocos- de las historias de Sherlock Holmes, de cómics como los de Will Eisner o las más que sorprendentes fuentes de donde uno puede tomar la inspiración: los relatos de Conan Doyle, un libro de mitología nórdica, los espacios en blanco del mapa de una ciudad en proyecto, las historias familiares, o la baqueteada leyenda del Golem de Praga. De tan heterogéneos lugares extrae Chabon material para su obra, sobre la que escribe en los capítulos finales de estos Maps and Legends haciendo frecuente burla de sí mismo, sobre todo, de sus comienzos como escritor. Y al tiempo que trata, a su original manera, de sus Misterios de Pittsburgh, de sus divertidísimos Chicos prodigiosos, de Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay o El sindicato de Policía Yiddish, reflexiona sobre el tan traído y llevado pacto de ficción, los difusos límites entre la verdad y la mentira y la sorprendente y maravillosa facilidad con que los lectores -ingenuos y avezados- caen en la trampa de creerse la mistificación ideada por ese embustero y estafador que es todo buen escritor.
Como siempre, un placer.