sábado, 13 de junio de 2009

INTERREGNO (IV): UNA DE COSAS BIEN DICHAS

"A una parte de los teóricos universitarios de la literatura y a los demagogos de la política estas similitudes les producen una agresiva irritación. La demagogia política -que es casi la única forma de política que se practica en estos días- consiste en alimentar el orgullo chulesco de los llamados nuestros frente a la vileza o la inferioridad de los otros. Las teorías literarias dominantes desde hace décadas sobre todo en las universidades anglosajonas, se basan en una clasificación semejante de los seres humanos y de los productos de su imaginación: las obras de literatura carecen de verdadera sustancia, o de cualquier correspondencia con la vida de quienes las escriben o con el mundo en el que surgen; son emanaciones de discursos de opresión o discursos que manifiestan identidades colectivas, tan cerradas sobre sí mismas y tan ajenas entre sí como las culturas tribales que estudian los antropólogos; atribuir a una obra literaria un valor universal es tan ridículo como buscar rasgos humanos, conductas o incluso percepciones que sean naturales, o principios éticos que merezcan ser respetados por igual en cualquier lugar del mundo; en último extremo, la literatura es siempre un sucedáneo, un residuo de algo: del poder patriarcal, de la construcción de la identidad, etcétera.

Quizás los estudios literarios están empezando a salir de una larguísima glaciación que lo sepultó todo: falta saber si una vez que los hielos se retiren habrá quedado algo, al menos una noción de lo más decisivo, el placer apasionado de la lectura, el talento para trasmitir sabiduría y entusiasmo, no sólo una jerga muerta hecha de recuelos marxistas, freudianos, estructuralistas."

"Cerca del origen"

Antonio Muñoz Molina

Babelia, 13 de junio de 2009

Pues eso. Amén. Que así sea, vamos.

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