“Alegres hijos del placer, el mar, la húmeda patria, nos ha mecido haciéndonos dichosa la vida.”
Allan Cunningham
Desde El Arrecife de Donovan y por obra y gracia de Max y Lemmy, nuestros bravos y cada vez más esforzados capitanes, acaba de arribar a puerto Shangri-La tras una larga singladura. Si yo fuera Vds. no me perdería la nueva entrega del cuaderno de bitácora, que incluye la Carpeta Memoria/s de Auschwitz, en la que esta humilde grumete que desde aquí les escribe ha tenido el honor de participar.
Lean, lean... aquí.
8 comentarios:
Sin grumetes no hay capitanes y sin capitanes no hay puerto ni tierra firme.
Felicidades.
Tomás
Me uno a Tomás.
Muchas felicidades a todos.
Merece mucho la pena ¡Si señorita!
Un beso Ceci.
Hola CEci, un artículo estupendo. Lo leí anoche, con mucha tristeza. Estremece tanto horror y sobrecoge como bien apuntas, que los supervivientes se consideren seres con suerte. Y así es, otra cosa es el peso con el que han tenido que cargar desde entonces y cómo y cuánto ha influido ese peso en el desarrollo de sus vidas. Enhorabuena por esas letras afortunadas, quién pudiera recompensar el dolor por tanta barbarie. Un abrazo, CEci.
Con tan sugerente y aventurera invitación se hace imposible no subir a bordo del Shangri-La.
Por muy aguerridos que sean sus capitanes, nada se consigue sin una intrépida tripulación. Incluida su grumete, por supuesto.
Ceci he leído tu artículo y me ha gustado mucho el punto de vista.
El ‘lenguaje del dolor’ espero que permanezca en la memoria para que no olvidemos desde ‘nuestras casas caldeadas’ aquel espanto, en el que la supervivencia se convierte en un lujo que pesa demasiado, tanto como la presencia de miles de cadáveres.
Un beso.
Gracias a todos por la parte que me toca. En lo demás, me uno a la felicitación coral a Max y Lemmy por esta interesantísima carpeta.
Un fuerte abrazo
Tengo descarga el archivo hace ya días...a ti te leeré la primera...
Besos
Gracias, Hilvanes, espero que la disfrutes.
¡Felices Fiestas!
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