martes, 3 de junio de 2014

EL FRAGOR DEL DÍA (ELIZABETH BOWEN)



Elizabeth Bowen eligió el Blitz de Londres para ambientar la peripecia de Stella Rodney, una viuda poco común puesta en la difícil tesitura de elegir entre la confianza en su amante y el precio que le exige por su silencio aquel que lo ha acusado de vender secretos a los alemanes. Piensen mal y acertarán.
No deberían esperar ustedes, sin embargo, acción trepidante, carreras por el Londres del blackout, códigos secretos, malvados embozados ni demás aspavientos y florituras propios de la novela de espías -benditos sean, por cierto-. No, El fragor del día es una novela de caracteres y sorprendentemente prosaica, además, dados los ingredientes que maneja. Las muertes y confesiones podrán darse en circunstancias dignas de melodrama de guerra pero se asumen con naturalidad. Podría considerarse, quizá, la prima divertida de Los esclavos de la soledad de Patrick Hamilton, de la que por aquí hablamos hace ya casi ¡cuatro años! Divertida, sí, pues donde aquella volvía lo cotidiano en una realidad asfixiante, Elizabeth Bowen convierte lo costumbrista en una fuente de humor, como ese funeral del primo irlandés desconocido  al que unos cuantos pacientes de psiquiátrico acuden en calidad de extras o esas dos dicharacheras amigas obsesionadas por leer en la prensa el modo en el que deben sentirse.
Merece la pena, así que lean, lean...



1 comentario:

Ana Blasfuemia dijo...

Me alegra que merezca la pena porque lo compré hace poco :D Habrá que ver ese humor sacado de un entorno que parece poco propicio para ello.

Gracias y un saludo!