Más tarde que pronto descubro a Francisco Casavella, El triunfo mediante. Es esta una novela que tiene no pocas virtudes además de su estructura en Ringkomposition. Para empezar, la coherencia y trabazón de su trama, que, pese al evidente homenaje shakesperiano, tiene entidad propia y no se obceca en alusiones intertextuales, al margen de la literal cita de apertura y de los paralelismos con el príncipe danés; ya saben Vds., aquello del hijo que clama venganza por la caída del padre y la traición de la madre. Para seguir, la originalidad y riqueza de las voces sobre las que recae la narración, ya se trate la del temible Gandhi, ya la del más que simpático Palito, pícaro y bufón de la corte de aquel. Pero no se lleven Vds. a engaño. No está esta novela ambientada en palacio, sino en un barrio en descomposición, dominado por facciones en guerra, en el que ni Vds. ni yo nos atreveríamos a poner el pie. Por suerte para todos, gracias a El triunfo de Casavella, podemos aventurarnos en él de noche y salir de él, si no intactos, pues la buena literatura deja necesariamente huella y “toca”, sí, al menos, indemnes.
Así que Vds. lean, lean.
2 comentarios:
Y nos quedamos huérfanos de uno de los mejores cronistas de las calles canallas y portuarias de Barcelona...
Una pena que no esté entre nosotros. Está entre los tres mejores de su generación. Aunque llegó lejos nadie sabe hasta donde podría haber llegado.
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