El de “épica” es el
calificativo que con acierto recibe la “búsqueda” del subtítulo, la que se
refiere al intento de Bertrand Russell y otros gigantes de la Lógica de hallar
un fundamento racional y validable, esto es, matemático, para el mundo. A mitad
de camino de Logicomix el gran viaje
de Russell se equipara, de hecho, al de Odiseo, héroe épico por antonomasia. Y no
es este el único paralelo con la Literatura Griega que se establece en esta
singular historia, que se cierra de manera más que singular, aunque, eso sí, un
tanto forzada, con una escena de las Euménides,
obra final de la Orestía, trilogía de
Esquilo. Nombres como los de Parménides, Aristóteles y Euclides, referencias a
las Danaides, Tiestes o Atreo, campan tan a sus anchas en esta obra como los
del propio Russell, Whitehead, Wittgenstein, Gödel o Turing, entre otros. Son
estos últimos, eso sí, los pioneros y campeones de las Matemáticas y la Lógica
del siglo xx, los verdaderos
protagonistas de esta búsqueda de certezas entre conceptos tan abstrusos como
el de infinitud, teorías de conjuntos, paradojas endemoniadas provocadas por la
autorreferencia y desasosegantes teoremas como el de la Incompletitud. Hay
también lugar, por suerte, para asuntos más mundanos como la accidentada vida
doméstica de Russell, su pacifismo militante o su condena del aislacionismo
estadounidense durante el ascenso del Nacionalsocialismo y todo se articula con
la biografía del propio Russell, narrada por él mismo, como eficaz hilo
conductor.
Si además todo ello
viene brillantemente envuelto en forma de cómic por los ilustradores Alecos
Papadatos y Annie Di Donna, entenderán que Logicomix,
cuyo principal autor es el Apostolos Doxiadis de la excelente El tío Petros y la Conjetura de Goldbach,
me parezca, además de magnífica, toda una heroicidad en estos tiempos que
corren; tan grande, de hecho, como la singularidad de la alumna que me la
recomendó, a la que solo le hace falta decidirse a trabajar para empezar a brillar
como su talento le permitiría.
Mientras tanto, ustedes
lean, lean y vean.