Termino aliviada de leer
El final de la historia de Lydia
Davis, cuya narrativa breve, afirman, es brillante. A falta de comprobar tal
talento con, por ejemplo, Ni quiero ni
puedo, uno de los títulos pendientes de mi estantería, no parece que se
maneje tan bien en distancias más largas.
El final de la historia es la historia de una
novela en construcción narrada por su autora y protagonista, una traductora
rota por el desamor con un estudiante doce años más joven que ella. Tal es el
objeto único de su novela y también de esta, cuyo lector debe armarse de
paciencia para afrontar las repeticiones, incoherencias, falta de concreción y
excesos descriptivos. No hay duda de que, como ejercicio metaliterario, esta
novela es reveladora del esfuerzo titánico que supone la labor creadora, pero tampoco
de que la antipatía generada por la narradora y protagonista alcanza tales
cotas que, pese a su brevedad, resulta difícil alcanzar el final.
Ustedes verán.
3 comentarios:
Hola. A mí me gustó mucho, pero me temo que cada vez soy menos crítica con autores que me gustan. Como cuentista, Lydia Davis me encanta, así que tiendo a recibir todo lo que escribe con agradecimiento y firme espíritu acrítico. Es algo parecido a lo que me pasa con Woody Allen: le perdono todo.
Además, me gustó la historia por el aire, el paisaje en el que se desarrollaba; de hecho, me gustó precisamente la inconcreción de su pensamiento, como si volviera una y otra vez a preguntarse por el origen, no por el fin, de la historia. Me gustó cómo hilvanaba recuerdos, cómo desordenaba el orden cronológico...
Un saludo. Me gusta lo que lees y cómo lo lees. Sonia.
Lo veo: me lo ahorro ¿no?. Mira que quiero que me gusten los libros de Alpha Decay, pero de momento pincho en hueso...
Un abrazo
Pues es que me da la impresión de que es imprecisa donde debería ser concreta y a la inversa. No consiguió interesarme y, para colmo, la narradora me resultó de lo más antipático... De todos modos, tengo intención de darle una oportunidad como cuentista.
Otro saludo para allá, Sonia, y gracias por comentar.
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No he leído apenas nada editado por Alpha Decay. Como editoriales pequeñas e independientes prefiero a Asteroide, Impedimenta, Sajalín...
¡Otro abrazo!
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