Todo lo que hay es un título tan
ambicioso como programático, pues sugiere, desde un principio, afán de
totalidad. Y eso es justo lo que ofrece, la suma total de momentos, más o menos
trascendentes, que conforman la vida de Philip Bowman, oficial de la Marina en
la Guerra del Pacífico y editor de renombre en los glamurosos años de la
posguerra estadounidense. Que la peripecia vital de Bowman sea el hilo
conductor de esta novela, no obsta, sin embargo, para que se conceda mucho,
muchísimo espacio a anécdotas singulares protagonizadas por personajes con una
vinculación mínima a la trama principal. Sería este un recurso peligroso en
manos de un autor con menos talento o el resultado incluso de una evidente
incapacidad de tomar decisiones drásticas -como deben serlo las decisiones- y
de mantener el foco en su sitio. En manos de Salter, sin embargo, la acumulación
de anécdotas marginales es del todo coherente con lo que promete y ofrece esta magnífica
historia enraizada en la mejor tradición narrativa de las barras y estrellas:
la vida de un hombre, modelada a partir de una pluralidad de experiencias y
encuentros, ora trascendentales, ora insignificantes y dignos, casi, de ser
condenados al olvido.
Lean,
lean...
UN NUEVO CAMINO
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Aquellos amables lectores que aún se pasan de vez en cuando por aquí habrán
notado que mis entradas escasean cada vez más. Durante unos años, este blog
fu...
Hace 4 días
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