"Cuando el papel higiénico se hace más grueso y el papel de cartas más fino, es que las cosas van a peor. Al menos en nuestra casa, claro."Amor en clima fríoNancy Mitford
Que la de los Mitford
era una familia singular lo sabíamos ya desde hace algún tiempo, desde que hace
casi una década Libros del Asteroide publicó en español la traducción de la
exquisita y desternillante A la caza del
amor de Nancy Mitford, inspirada, según se nos dijo, en su propia familia.
Siguieron después Amor en clima frío, La
bendición, No se lo digas a Alfred y Trifulca a la vista, en las que la
autora retrataba con mordacidad y cierta nostalgia un mundo extinto y a una
clase social, la propia, que no servía para nada. Significativo a este último
respecto, por cierto, es el pasaje de esta Nobles
y Rebeldes de Jessica Mitford en el que se nos cuenta cómo a su llegada a
EEUU, un oficial de aduanas tachó “par del reino” del espacio para “profesión”
del formulario que un encopetado lord inglés rellenaba ante su mirada -la de Jessica-.
La singularidad de los
Mitford no radica tan solo en lo pintoresco y escandaloso de sus actuaciones.
Por más que una de las hermanas fuera amiga personal de Hitler y se
descerrajara un tiro en la cabeza cuando Inglaterra le declaró -por fin- la
guerra a Alemania, por más que otra se casara con Mosley, líder de los
fascistas británicos, con Göbbels como padrino, y por más que Jessica huyera a
la desesperada con Esmond Romilly, sobrino comunista de Churchill, para unirse
a las Brigadas Internacionales, lo verdaderamente notable, creo, es que una
sola familia pudiera abrigar dos autoras del talento de Nancy y Jessica
Mitford.
Por aquí siempre hemos
sido entusiastas de la ironía frívola de aquella, ya lo saben, pero Nobles y rebeldes, las memorias
noveladas de Jessica Mitford, tienen nervio y alma, además de ser
condenadamente divertidas y de mostrar una prosa impecable, al menos en la
traducción de Patricia Antón. En ellas relata “Decca” su infancia y “educación”,
por decirlo así, en el seno familiar, y, sobre todo, su romántica y desesperada
huida en compañía de Esmond, el que sería, aunque brevemente, el amor de su
vida. La coyuntura histórica -el ascenso de los fascismos y los prolegómenos de
la II Guerra Mundial en una Inglaterra paralizada por la contención sin
escrúpulos de Chamberlain- proporcionaba ciertamente un escenario romántico
para la pasión de ambos jóvenes pero, al margen de la inevitable idealización,
hay emoción sincera. Lean, si no me creen, los dos últimos capítulos, referidos
al intento de suicidio de su hermana Gorgo -la nazi- y a la despedida de Esmond
y noten cómo se les humedecen los ojos. Lean, por favor, lean Nobles y rebeldes.
3 comentarios:
¡Magnífica reseña! Si te siguen interesando las Mitford, te recomiendo "Las hermanas Mitford", de Annick Le Floc'hmoan (Circe). ¡Buen fin de semana!
Un abrazo,
Sofía (A Cubierta Libros)
Muchas gracias, Sofía, por visita, comentario y referencia. Me la apunto, por supuesto. ¡Muy buen fin de semana para ti también!
Encantada
Otro abrazo para allá -wherever it is-
Después de haber disfrutado varias novelas de Nancy, esta me agarró por el pescuezo en cuanto salió publicada y ahí la tengo, esperando turno en la estantería. Sé que lo voy a pasar fenomenal con ella.
Yo también me apunto la referencia a la biografía de las hermanas. Las biografías de Circe suelen ser muy buenas.
Un beso.
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