Mientras retomo, por
fin, Telegraph Avenue de Michael Chabon
y ultimo la crítica de la cargante y repetitiva Mujer de barro de J. C. Oates, sobre la que podrán leer en el Qué Leer del, por suerte, aún lejano
septiembre, les dejo por aquí la crítica que en el número estival de dicha
revista firmo sobre la más que entretenida La
casa redonda de Louise Erdrich.
Lean, lean. Lean y
disfruten de la playa, aunque sea, como en mi caso, entre la densa niebla.
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